Contaminación visual en la Plaza Grande
18 de agosto de 2016

Durante varios días dos grandes mantas que promovían la apertura de un restaurante, de unos cinco metros de largo por dos de ancho cada una, afearon los balcones de la “Casa del Alguacil Mayor” en la calle 61, justo al lado del Palacio de Gobierno y a un costado de la sede del Ayuntamiento meridano.
“Próxima apertura” se leía con letras negras mayúsculas sobre la fachada que mira a la Plaza Grande, de aquel edificio histórico y colonial conocido como la “Casa del Alguacil Mayor”, construido en el Siglo XVIII y propiedad del conquistador don Cristóbal de San Martín, que luego pasó a manos de Juan Montejo y después, en 1783, fuera vendido a José Fernández Cano Bingas de Alvarado, alguacil mayor de Mérida.
Ante la sorpresa de aquella irregularidad, nos dimos a la tarea de investigar qué autoridad habría otorgado permiso para semejante desatino, pues sólo así podría explicarse la colocación de esas mantas, precisamente al lado de los palacios municipal y de gobierno.
El INAH nos dijo que investigaría y el Ayuntamiento, responsable directo del cuidado de la ciudad, nos ofreció informar al respecto, lo que hasta ahora no hace, aunque sí, a raíz de nuestra solicitud, milagrosamente fueron retiradas las irrespetuosas mantas.
En el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) su delegado, Eduardo López Calzada, nos informó que ellos realizan inspecciones constantes en el primer cuadro de la ciudad para verificar que no se expongan anuncios como estos, sobre todo en edificios históricos.
Señaló que, a pesar de que no tenían conocimiento de esas lonas, lo indicado es contactar a los propietarios del restaurante y revisar si cuentan con los permisos específicos y cuánto tiempo estaba permitido.
”Normalmente lo que se hace es una inspección, emiten un reporte y se hace una valoración conjunta con el área normativa y se emite una resolución, ya sea que se retire o se regule la documentación administrativa; en el asunto de los anuncios hay una regulación, se analiza caso por caso, hay que ver cuál es el objeto, la finalidad, los materiales, pero últimamente ha habido el retiro y ordenamiento de muchos anuncios” explicó.
Acudimos también al Ayuntamiento, donde nos solicitaron tiempo para poder darnos una respuesta, pero hasta ahora seguimos a la espera.
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Con dos grandes mantas promocionales colocadas en la fachada del Pasaje Picheta se promocionaba la apertura de un nuevo restaurante