En la opinión de Rigel Alonzo

México, al parecer, está en caldera, anda muy caliente. En los últimos meses, asesin@tos que se encajan en el sentir público, han ocurrido. Desde líderes activistas, productores y políticos.

La opinión pública se divide entre gobierno y oposición. Sin embargo, en esta ambigüedad cabe la posibilidad de un tercer factor, el fuego amigo.

El llamado cuarto bat de Tepetitán, Tabasco, está en el banquillo, se dice desde hace poco más de un año. Y, al parecer, en el diamante guinda quedaron ciertos descontentos que evitan los jonrones del equipo.

Al menos así parece toda vez que en las cámaras legislativas, siendo mayoría guinda y aliados, cambian las cosas cuando la mandataria propone algo. Eso pone en duda el avance de la llamada cuarta transformación.

Por ejemplo, la aprobación de la Reforma Política, sobre todo en el tema del nepotismo en la administración pública. No pasó como tal, pues entre los aliados cambiaron la fecha para que se aplique, no en 2027 sino hasta 2030, favoreciendo a algunos morenos y verdes.

También el alboroto que género la reforma a la Ley de Amparo, que por cuestión de error “gramatical” en la cámara, hubo confusión en el tema de retroactividad de la ley.

En fin, en un ánimo caldeado no solo hay buenos y malos, hay los malos buenos y los buenos muy malos.

Todo esto sucede en el marco de una posible revocación de mandato de la presidenta, teniendo a México en un escaparate internacional, como lo es el Mundial FIFA 2026.