Tradicional bordeo por la Virgen de la Merced, en El Cuyo

De visita al puerto de El Cuyo, el alcalde Adrián Quiroz Osorio acompañó a poco más de 150 embarcaciones y familias que se sumaron al tradicional bordeo y procesión en honor a la Virgen de la Merced, patrona de este puerto tizimileño.

Luego de ser retirada de su nicho en el interior de la parroquia, la venerada imagen fue depositada en un vitral pulcro y adornado con flores multicolores sobre una camioneta que, desde el inicio de su recorrido al puerto de abrigo —o la dársena, como comúnmente lo conocen los pobladores—, estuvo acompañada por el alcalde Adrián Quiroz Osorio; el director municipal de Turismo, Gabriel Aguiñaga Medina; el párroco Manuel Leobardo Chuc Canté; la reina de estos festejos, la señorita Estrella Gisey Solís, y el comisario municipal, Wilberth Alcocer Aguiñaga.

La música de mariachi, alternada con la tradicional charanga, acompañó a la Virgen de la Merced hasta donde ya decenas de familias, a bordo de lanchas, la esperaban para iniciar su recorrido sobre el mar.

De acuerdo con versiones de los porteños, esta tradición lleva poco más de cuatro décadas, y es una manera de agradecer a la Virgen por la protección que a diario ofrece a los pescadores que se adentran a mar abierto.

Cada 24 de septiembre se cumple con esta tradición. El año pasado fue la excepción, pues no se pudo sacar a la Virgen al mar por las inclemencias del tiempo y en obediencia a las recomendaciones de la Capitanía del Puerto. Sin embargo, se le dio un breve paseo en la dársena.

Ya se está volviendo también tradición que familias enteras, a manera de agradecimiento, tiren o depositen durante el bordeo juguetes inflables como balones o pelotas, así como figuras acuáticas, lo que llena de color el mar. Mientras, las familias con más arraigo depositan ofrendas florales en honor a la Virgen y a quienes, en busca del sustento familiar en el mar, encontraron el descanso eterno.

Al concluir el bordeo, la Virgen inició su recorrido de regreso a su aposento original, en donde cientos de feligreses la acompañaron en una solemne misa.