El Hanal Pixán, más vivo que nunca

02 de noviembre de 2025

El Hanal Pixán, más vivo que nunca

El aire en Yucatán tiene un aroma distinto, es una mezcla de tierra húmeda, flores de cempasúchil y, sobre todo, el inconfundible olor del pib cociéndose bajo tierra.

Esta sinfonía olfativa no es otra cosa que el Hanal Pixán que, lejos de desvanecerse ante la modernidad, se manifiesta este año con una fuerza y una afluencia que reafirma la vitalidad de esta herencia maya.

La respuesta de la sociedad yucateca ha sido contundente, la tradición se siente y se vive en cada rincón, demostrando que la conexión con nuestros difuntos es un pilar inquebrantable de la identidad local.

El termómetro de la tradición se toma en los mercados, donde la afluencia ha incrementado considerablemente con familias enteras comprando los elementos esenciales para su mucbipollo y altar.

Cada bolsa que sale de los mercados lleva consigo el compromiso de un altar doméstico, ese puente tangible entre el mundo de los vivos y los muertos que se une en cada Hanal Pixán. Este entusiasmo de compra es la prueba más fehaciente de que la costumbre sigue siendo motivo de reunión familiar. 

El Hanal Pixán, más vivo que nuncaEl compromiso también se traslada a cementerios; los camposantos, se han transformado en espacios de reencuentro y celebración silenciosa. Cientos de personas han acudido con anticipación a deshierbar, pintar y adornar las tumbas, no como un lugar de dolor, sino como la “casa” donde reposa el ser querido que está por visitarnos.

La luz de las velas, estratégicamente colocadas, no sólo ilumina un sendero, sino que simboliza la guía y el amor incondicional que se les ofrece a las almas para su retorno.

El eco de esta tradición también resuena en las actividades promovidas tanto por el Gobierno del Estado como por el Ayuntamiento de Mérida.

Eventos magnos como el Paseo de las Ánimas o las exhibiciones de altares públicos han logrado sacar el Hanal Pixán del ámbito privado para compartir su belleza y significado con el mundo. Estos eventos masivos no son una simple puesta en escena, sino un reconocimiento oficial a la importancia cultural de la festividad, incentivando a que las nuevas generaciones asuman el rol de guardianes de esta joya ancestral.

El dinamismo económico en los mercados, la devoción en los cementerios y la visibilidad cultural en las calles confirman una verdad sencilla y poderosa: el Hanal Pixán no es un recuerdo, es una tradición viva que late con el corazón de Yucatán.

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Andrea Zapata

• Esta bonita tradición con la que se recuerda a los seres queridos que ya fallecieron, sigue vigente en Yucatán.

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