Se van del Estado tres de cada cinco especialistas en ciberseguridad formados en Yucatán

En el marco del Foro de Ciberseguridad que se celebra en la ciudad de Mérida, se vertieron datos del avance que presenta Yucatán en la materia, pero también otras reseñas que no resultan tan amables.

De acuerdo con el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti), Delegación Sureste, Raul Alfonso Rebolledo, tres de cada cinco jóvenes que son formados en Yucatán en materia de ciberseguridad terminan prestando sus conocimientos a una empresa extranjera o de otra entidad de la República Mexicana. 

En Yucatán hemos tenido varios premios, indicó el empresario, como el que recién obtuvo la UPY, que ha tenido muy buenos talentos. “Lo que pasa con ellos es que se lo están llevando, quizá no físicamente, pero mentalmente se los llevan fuera de Yucatán. Ya no están trabajando acá, sino están trabajando directamente con esas empresas globales”, explicó el empresario.

El representante de la CANIETI explicó que la ciberseguridad no es exclusiva de los que pasan por los salones de clases para una licenciatura o maestría, sino de todos los ciudadanos, que son los más vulnerables para los ciberdelincuentes.

“Realmente sí están trabajando las empresas y el sector público para tener esa esa seguridad, pero tenemos que empezar a hacer campañas de conocimiento con los usuarios, porque la mayoría de los ataques vienen directamente para usuarios finales, contra los jóvenes, los niños, los adultos a los que les están llegando mensajes de WhatsApp, correo electrónico, y al final de cuentas infectan, sin querer, a la a la empresa donde están laborando”, advirtió.

Rebolledo explicó que es casi imposible llevar las estadísticas de las fechorías tecnológicas, ya que suceden a diario y a un gran número de personas. “El ciberataque es a cada rato. O sea, tú puedes ver cuántas veces te llega un WhatsApp. Imagínate, ¿a cuántos usuarios de WhatsApp tenemos? Imagínate con los correos. Entonces no podemos tener cifras exactas de los ataques, consideró.

“Lo que tenemos que hacer es concientizar que, si no conoces a la gente que te envía el mensaje, no contestes”, recomendó.